Odio como me hablas y también tu aspecto.
Aborrezco que leas mi pensamiento.
Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las rimas.
Odio que alegres mi corazón, pero aun mas que me hagas llorar.
Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado.
Pero sobre todo odio no poder odiarte porque no te odio nada en absoluto.